Nueva terminal de cruceros de Buenos Aires
Los cruceros tendrán una terminal exclusiva y más competitiva en el nuevo Puerto de Buenos Aires
La actividad perdió el 50 por ciento de los arribos en los últimos tres años; las obras comenzarían en 2019
(Télam).- Las obras de modernización del Puerto de Buenos Aires, cuya licitación el Gobierno lanzará en el primer bimestre de 2017, incorporará la relocalización de la terminal de Cruceros Benito Quinquela Martín que, a pesar de ser considerada una de las mejores de Latinoamérica, podrá ser más competitiva y buscará recuperar un negocio que perdió el 50% de sus arribos.
«Apuntamos a que sea una terminal dedicada de cruceros, que los pasajeros no tengan que pasar en su totalidad con toda la carga, como en la actualidad, aunque eso pasa en muchos lugares del mundo», afirmó el interventor de la Administración General de Puertos, Gonzálo Mórtola, en una entrevista con Télam en la que brindó los detalles de la futura licitación portuaria.
La transformación de la fisonomía del puerto, cuyo detalle más notorio será el relleno de las características dársenas dentadas y la relocalización de depósitos y terminales, contemplará la construcción de una nueva terminal para cruceros con una concesión que podrá extender por 40 ó 50 años, y que se espera genere el interés de los principales operadores globales del sector.
Más competitividad
El interventor de la Administración General de Puertos, Gonzálo Mórtola, explicó que la nueva terminal, en el marco de una obra mayor, buscará ganar competitividad en ese negocio para el Puerto de Buenos Aires en momentos de fuerte declive.
Las obras se estiman podrán comenzar recién en 2019, fecha en que terminan las concesiones de los actuales operadores, pero en el corto plazo la AGP comenzó a adoptar algunas medidas que pretenden recuperar rutas y atraer nuevos cruceros, incluso con la intención de incentivar un movimiento de temporada baja, entre los meses de abril y noviembre.
«Nos encontramos con un mercado que viene decreciendo enormemente. Después de una temporada 2012/13 con 161 barcos que recalaron en el puerto de Buenos Aires, pasamos a la del 2015/16 con 102 barcos y una onda expansiva de las malas políticas que hacen que la en la proyección 2016/17 tengamos 81 barcos», se lamentó el titular de la AGP.
Al buscar las razones de la caída de hasta el 50%, Mórtola aseguró que «no se debió al negocio en general, de hecho los países vecinos tuvieron una gran temporada», sino que el problema «hay que entenderlo por la falta de reglas claras, porque los cruceros se venden con dos años de anticipación, por lo cual no se pueden cambiar las reglas de un día para el otro».
Pasajeros entre las cargas
«Tenemos una terminal de cruceros muy buena, muy competitiva comparada con el mundo, el problema que ocurre en otros lados es que los pasajeros pasan por entre la carga y no queremos que eso pase aquí. Estamos buscando el lugar para construir una mejor terminal y mejorar el entorno en conjunto, con las obras de infraestructura que pueden sumar un valor agregado al servicio», definió.
Si bien las obras portuarias de carga tendrán en la futura licitación concesiones de 20 a 25 años con posibilidad de prórroga, Mórtola asegura que en el segmento de los cruceros «la terminal puede tener una concesión mayor, por 30, 40 o 50 años».
Mientras tanto, la AGP adoptó en los últimos meses un conjunto de medidas acordadas con el sector y a tono con el negocio internacional que le permitirán revertir la caída de arribos, y «pensar en volver a crecer para la temporada 2017/18 y lograr números más razonables y competitivos en la 2018/19, en lo posible a los niveles de las 100 entradas de 2016».
«Nos encontramos con un cúmulo de promesas incumplidas, pero con este cambio de Gobierno se generó una muy buena relación con el sector y se mostraron muy interesados en el país y la política de cruceros. En esa línea asumimos varios compromisos muy importantes que tienen un alto impacto para este negocio», explicó.
En ese sentido, agregó: «Desde el Puerto de Buenos Aires estamos dando señales al mercado, pero a su vez le hicimos firmar a las empresas marítimas un compromiso para que traigan más barcos mediante una política que logró el reconocimiento de los actores internacionales», enfatizó el funcionario.
Entre las medidas recientes, Mórtola mencionó bajar de 42 a 14 dólares el pago por itinerario en temporada alta, aplicar una tarifa diferencial de 7 dólares para temporada baja; incrementar de dos a cuatro años los turnos de giro de buque, y la adecuación a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud en materia de prevención de la fiebre amarilla, temas que redundan en la competitividad y atractivo del puerto al evitar sobrecostos que no se dan en otras terminales.
Para el corto plazo, la Administración prevé sacar la resolución que permita un tratamiento similar al que se realiza en los aeropuertos internacionales para el aprovisionamiento de los buques de bienes de uso y bienes de consumo, que hasta hoy tenían un tratamiento de exportación e importación para llegar a bordo.
«Esto no sólo generaba contratiempos en las empresas y costos innecesarios, sino también significaba pérdidas para la industria local y fuentes de trabajo», aseveró Mórtola al prometer resolver la situación en breve.
Télam
Fuente: Telam
Suscripción a
Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.
Complete sus datos para suscribirse.