Megaplán de inversión en obras de US$ 21 mil millones en ocho años
Anuncian un megaplán de inversión en obras por más de US$ 21 mil millones en ocho años
A la espera de las prometidas inversiones, la construcción puede ser el salvataje para la actividad económica este año. Por eso en medio de los reclamos por caída de empleo, el presidente Mauricio Macri apuntó a los anuncios de obra pública, para retomar la “agenda positiva”.
Tanto en la presentación del plan de viviendas como el de agua y saneamiento, se estimó que generarían 200 mil empleos este año cada uno. “Empezamos con la obra de Yerba Buena en Tucumán, que son 40 mil empleos en 24 meses”, explicó el secretario de Obra Pública del Ministerio de Interior, Daniel Chaín. “Entre todos los programas, más el vial, estamos hablando de 500 mil puestos de trabajo”, lo que implica duplicar el máximo nivel al que llegó la Uocra –el gremio de la construcción–, agregó el funcionario que dialogó con PERFIL desde las oficinas de AySA, ya que el acceso al Palacio de Hacienda estaba complicado por la movilización de las cuatro centrales sindicales. Según los economistas, se necesita generar 200 mil empleos por año para sostener una tasa de crecimiento del 4%.
La meta es tener “100% de agua potable y no menos del 75% de cloacas con tratamiento de los desechos”, explicó el secretario. Para financiar el plan de agua se necesitan US$ 21 mil millones. “Es más de cinco veces lo que se venía haciendo”, dijo Chain. Para fondearlo, se recurrirá a bancos de fomento como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento, además del Tesoro Nacional –que puede emitir deuda para financiar las obras– y las provincias y municipios. Si todos los planes se cumplen, en cuatro años debería estar avanzado, con un plazo de 6 a 8 años para que esté terminado.
Pero “el límite es la capacidad instalada y la cantidad de mano de obra”, explicó Chain, recordando el pedido de inversiones. “Más allá de lo específico de la construcción –acero, cemento– genera demanda de insumos en la industria para la demanda domiciliaria. Hay una licitación por día todo el año. Es un nivel de obra permanente que si no hay inversión, las empresas no van a llegan a proveer. Hasta que no vean que es continua la demanda, no van a invertir. Pero si no lo hacen, no podemos parar. Y van a querer aumentar los precios, pero ahí también vamos a tener que pensar en algún nuevo sistema”.
—A raíz de la controversia entre Techint y Córdoba por la compra de tubos a China, ¿habría que tomar medidas antidumping o abrir el mercado?
—Es un tema de Producción. Mi trabajo es bajar los costos de la obra. Pero no depende sólo del financiamiento, sino de las condiciones totales. Salir del default nos permite salir a los mercados y no depender de un país, lo que nos permite mejorar la tasa. En algún momento le preguntaremos a Hacienda a cuánto nos podemos financiar en el mercado. ¿Está bien que paguemos más caro porque se produce en el país? Eso tiene un límite también. Los países serios hacen un estudio econométrico para definir si beneficia o no comprar en el mercado local, contemplan el impacto en el empleo. Y cuando pasan cierta línea de costos, abren las fronteras.
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