La Plata: invertirán $ 490 Millones en recuperar el Teatro Argentino
El Instituto Cultural bonaerense lanzó un plan de mejoras; denuncian que hay filtraciones y un subsuelo inundado y que no funciona la maquinaria escénica
«Si no fuera un edificio público, no estaría habilitado. No cumple con las normas internacionales de seguridad.» Así resumió el estado del Teatro Argentino de esta ciudad el secretario de Cultura bonaerense, Alejandro Damián Gómez. Luego anunció que se invertirán 490 millones de pesos para poner en valor el edificio a partir de octubre.
En una entrevista durante una recorrida por el teatro, el funcionario contó que lo visitó durante la transición con el gobierno anterior. «La sensación con la que me quedé fue de tristeza. Me encontré con muchas cosas atadas con alambre. Pero además del estado del edificio, había poca gente trabajando y muy pocas noches programadas; estaban tratando de llegar a las 60 por año. Muy pocas. En el Colón hay 250», describió.
Después se reunió con la gobernadora María Eugenia Vidal y le contó la impresión que le había provocado el teatro. «Ella me manifestó que la cultura es una de las prioridades de la gestión -continuó Gómez- y decidió empezar con las obras este año. Los objetivos son la reformulación edilicia, la excelencia artística y, relacionado con lo anterior, trabajar en conjunto con el Colón. Hoy, si quisiéramos programar una obra de Bob Wilson no podríamos porque no están dadas las condiciones técnicas. No sólo vamos a iniciar este año las obras en el Teatro Argentino. También se invertirán 100 millones de pesos para la restauración total del Teatro del Lago, tan querido por los platenses.»
El nuevo edificio del Teatro Argentino fue reabierto el 13 de octubre de 1999. La construcción anterior, de 1890, se había incendiado en 1977. El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Edgardo Cenzón, explicó a LA NACION que el nuevo edificio «nunca fue terminado». Y aclaró que las obras ahora anunciadas -que empezarán en octubre para alterar lo menos posible la programación- no contemplan la terminación del proyecto original. «Se trata de una puesta en valor, de refaccionar lo que está», dijo.
Cuatro objetivos
Habrá cuatro licitaciones, precisó Cenzón. La primera, para terminar las cuatro torretas. Cada una, de 50 metros de altura, tiene una escalera presurizada y dos ascensores; el objetivo es que sean usadas como salidas de emergencia. Esta licitación también prevé la reparación del sistema de detección de incendios. «Esta parte de la obra demandará 18 meses», dijo el ministro de Infraestructura.
El segundo objetivo de la restauración -añadió- es la impermeabilización de la cubierta y las terrazas, que demandará un año. «El 70% del teatro tiene filtraciones», dijo el presidente del Instituto Cultural.
El arquitecto Alfio Sambataro, asesor escenotécnico del teatro, contó que el cuarto subsuelo, «donde están los talleres de pintura, carpintería, donde se construyen las escenografías, está inundado. Ahora hay que levantar el piso con tarimas y trabajar arriba para no mojarse. Ya son 16 años de deterioro». Con estas obras se sellarán las filtraciones para evitar el ingreso de agua tanto de las lluvias como desde las napas.
«Con la tercera licitación se trabajará la fachada y las plazas que rodean el edificio», dijo Cenzón. Y agregó que la fachada de hormigón a la vista será tratada con un sistema de limpieza a vapor y pintura antigrafiti. Esta puesta a punto se completará con un sistema de iluminación y forestación.
Por último, agregó el ministro, se reparará y se renovará la maquinaria escénica. Se trata de un sistema de plataformas móviles y montacargas que conectan los talleres con el escenario principal, que debía permitirle al teatro ofrecer obras de montajes complejos.
Fuera de servicio
Sin embargo, según el arquitecto Sambataro, «no funciona casi nada. Ni el sistema de suspensión ni el equipamiento de piso. El diseño de plataformas tiene la riqueza de ofrecer la posibilidad, por ejemplo, de hacer mutaciones del escenario a la vista».
El asesor agregó que hay dos montacargas, a los lados de la capilla, detrás del escenario, que deben usarse para subir la escenografía desde los talleres. «Apenas se puede hacer funcionar uno. Los dispositivos para subir y bajar los decorados tampoco funcionan bien, y no cumplen con las normas de seguridad vigentes, como sensores de carga apropiados.» La reparación de la maquinaria escénica, según el ministro de Infraestructura, demandará unos seis meses. Mientras tanto, el teatro seguirá funcionando en las deficientes condiciones actuales.
Fuente: La Nación
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