Miguel Angel Punte, de Techint a Trabajo con eje en costos y productividad
Cuáles son los nuevos lineamientos del secretario de Empleo Miguel Angel Punte. «Efectividad de costos» y «autodesarrollo» las claves del profesor de la UBA.
Un grupo de trabajadores despedidos en Siderca se encontró en las últimas semanas con que debían recurrir a la negociación en el Ministerio de Trabajo ahora también con un viejo conocido: el ex gerente de Recursos Humanos de Ternium, Miguel Angel Punte.
Ironías de lado, según fuentes sindicales, la reincorporación acordada con la Unión Obrera Metalúrgica y Trabajo y anunciada por el Gobierno de María Eugenia Vidal, implica un recorte salarial y la flexibilización de tareas, lo que implica una “mejora de la productividad sin inversión”, según explican los críticos al acuerdo.
El secretario de Empleo de un gobierno que arrancó con alta conflictividad laboral, pública y privada, es un defensor de la productividad en las organizaciones laborales, y, entre otros ejes, de conectar la educación con el mercado de trabajo minimizando las transferencias del Estado.
Los mandamientos de Punte marcan la necesidad que haya “efectividad de costos”, con productividad laboral basada en el cuidado de la cantidad de personas, la remuneración y el nivel racional de costos en la gestión del personal.
También apunta que debe haber una gestión de la disciplina laboral y que se respeten las pautas legales, los códigos de comportamiento y los valores de la empresa y agrega que la relación con todos los actores sociales, entre ellos el sindicato, se dé “en un marco de paz social que facilite el logro de objetivos de gestión”.
En sus escritos, que imparte desde 2003 hasta el año pasado en su cátedra de Administración del Personal III, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, señala que se pasó de una cultura del esfuerzo en las economías cerradas y monopólicas de los 80 a un “eje de la gestión” en los 90, con un “cuidado de costos, calidad, y control de procesos”.
La globalización, indica, llevó a buscar procesos de mejora continua y derivó a un esquema “salvaje” sin reglas laborales comunes y la consiguiente búsqueda permanente de mejorar costos para sostener la rentabilidad. Punte sostiene, además que “hoy, en la dimensión virtual”, las estructuras de mando se achatan y el personal debe interactuar con varias jefaturas. En ese esquema agrega que “es parte del rol laboral de cada persona saber coordinar a sus múltiples jefes”.
Demanda. En cuanto al vínculo empresas-universidades, el desarrollador de los programas de empleo joven de la multinacional siderúrgica, considera que “lo central es unir la demanda de la empresa con la formación de los colaboradores”. En ese marco, introduce conceptos para los trabajadores como el “autodesarrollo: mirar la demanda que viene de la empresa y ver qué cambios deben hacer para alinearse con esa demanda. Una organización sin ADN no funciona”.
Como representante de Techint, además, dejó definiciones sobre la “oportunidad” para los emergentes que implican las industrias obsoletas en el primer mundo, como las industrias extractivas o altamente contaminantes que se promueven en la periferia y prometen ser fuente de inversiones. “La siderurgia ya fue. Por eso por suerte las tenemos nosotros, porque los países del primer mundo ya no las quieren”, aseguró en sus clases.
Por Patricia Valli (*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.
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