Se necesitará cifra millonaria para arreglar escuelas en Mendoza
Mendoza – Desde Infraestructura Escolar aseguraron que se necesitará mucho dinero para poder dejar en condiciones las escuelas dañadas.
El terremoto del 16 de septiembre, que sacudió fuertemente a Chile y se sintió en Mendoza, dejó al descubierto el mal estado en el que están decenas de edificios escolares de esta provincia. En un primer momento, el Gobierno informó que se estaba revisando 170 escuelas, de las cuales 10 tenían daños.
Sin embargo, la Subsecretaria de Infraestructura Educativa terminó de recorrer los edificios y concluyó que son seis los dañados, de acuerdo a los informes suministrados por los ingenieros de la Universidad Tecnológica Nacional que colaboraron con la inspección de los mismos. Para dejarlos en condiciones necesitan una cifra millonaria y sólo trabajarán en tres de ellos, antes de finalizar la gestión en diciembre.
Desde el Sindicato Unidos de Trabajadores de la Educación (SUTE) afirmaron que la situación es más grave y que, según los ingenieros con los que ellos trabajan, hay 200 escuelas afectadas. Además, responsabilizaron a la Dirección General de Escuelas por la pérdida de clases en algunos establecimientos ya que desde ese sector deberían reaccionar para que los estudiantes puedan estudiar en condiciones favorables.
“No puedo precisar la suma exacta, pero sí puedo confirmar que es una cifra millonaria la que se necesita para que estos seis establecimientos queden en condiciones”, dijo Enrique Saieg, director de Mantenimiento y Reparaciones de Infraestructura Educativa, quien aseguró que por ley no pueden llamar a licitación y que, por ello, se arriesga a decir que tres edificios deberán ser intervenidos por la gestión de Alfredo Cornejo.
El detalle del funcionario indica que la escuela General José Albino Gutiérrez, de Maipú, tiene cinco aulas clausuradas y deben cambiar la cubierta del techo. “Hay que aclarar que muchos edificios tenían fallas anteriores al sismo, que estaban siendo evaluadas, y que con el terremoto se agravaron”, aclaró Saieg.
El listado de escuelas dañadas continúa con Laureana Ferrari de Olazabal, de Luján, que tiene varias aulas clausuradas ya que deben reemplazar el techo de la galería que las une. Los padres de los alumnos de estas escuelas han venido realizando diferentes reclamos ya que consideran que con el estado del edificio los estudiantes no pueden cursar ocupando el resto de las aulas que sí están habilitadas ya que creen que igualmente los jóvenes corren peligro.
Los otros papás que han hecho sentir sus reclamos en los medios han sido los de la escuela José Federico Moreno, que en un principio se cerró el edificio, pero desde Infraestructura confiaron que es el sector de los baños y del aula de música los que están inhabilitados y que pueden arreglarse. “El edificio tiene 110 años y obviamente necesita intervenciones para que quede en buen estado, pero no es necesario hacer uno nuevo. Además, la complicación con las escuelas de Ciudad es que no hay lugar donde reubicar a los alumnos ni contamos con otro terreno para levantar una edificación nueva”, puntualizó el director de Mantenimiento y Reparaciones.
Por otro lado, la escuela Antonio Olivares, de San Carlos, es una escuela con jornada extendida donde los estudiantes utilizan el comedor para almorzar, pero el mismo fue afectado por el terremoto y, por ello, una parte del mismo está inhabilitado.
Asimismo, la Bruno Morón, de Guaymallén, también ha sufrido daños en su edificación luego del sismo, pero las autoridades gubernamentales aseguraron que no está inhabilitada a pesar de que los padres se niegan a enviar a los chicos.
“Hay escuelas que requieren arreglos grandes y para lo que se debería llamar a licitación y en estos momentos de transición no podemos por ley. Así, me arriesgo a decir que la Olazabal, Olivares y Gutiérrez deberán ser refuncionalizadas en la próxima gestión. En Mendoza hay 1.500 edificios escolares, avaluamos los daños en 170, de las cuales sólo seis fueron las afectadas y en varias de ellas realizaremos algunas intervenciones como es en el escuela Domingo Bombal, de Ciudad”, dijo Saieg.
Los alumnos de 3A de la escuela Bombal deambulan por el establecimiento ya que se quedaron sin aula.
Esta última escuela, tiene dos aulas clausuradas. La primera está cerrada desde el 2010 y la segunda desde el 16 de septiembre. Por ellos, los niños de 3 A están sin curso y les han improvisado una sala en la Dirección.
Saieg confirmó que en estos días comenzarán los trabajos de recuperación de la sala dañada hace cinco años, pero sólo de esa ya que la otra requiere del trabajo de un yesero artístico. “Recordemos que ese edificio fue declarado patrimonio cultural y tenemos ciertos condicionamientos para mejorarlo. De esta manera, esa aula quedará para ser atendida más adelante cuando se pueda convocar a un artista a que realice esa tarea específica”.
Sin embargo, la comunidad educativa de la Bombal reclamó, este miércoles, en la puerta de la escuela para solicitar una rápida solución ya que los pequeños alumnos son los perjudicados. “En la Dirección no pueden estudiar como corresponden porque allí está el teléfono y el mismo suena cada cinco minutos. Además, las docentes deben ingresar a sacar material que necesitan para las horas de clases y los chicos terminan distrayéndose”, contó Lorena Miranda, mamá de una estudiante de ese establecimiento.
Una docente de ese colegio, que prefirió no dar su nombre por miedo a una sanción de la DGE, confió que, entre 2007 y 2008, fue remodelada pero que “simplemente le hicieron un lavado de cara. Actualmente la escuela tiene varios problemas edilicios. Cuando se hace un lavado de cara, al poco tiempo salta a la luz todos los inconvenientes y hoy volvemos a sufrirlos”.
La secundaria Olazabal viene realizando varios reclamos desde el 16 de septiembre.
La otra cara de la moneda
Desde el SUTE confirmaron que los ingenieros que trabajan para ellos relevaron daños en 200 escuelas de la provincia. Y agregaron al listado de Saieg la escuela Francisco Arias, de Lavalle. “El edificio está inhabilitado. Tenía problemas anteriores al terremoto y con el mismo se agravaron por lo que quedó desmembrada. Los grados están repartidos en diferentes edificios y hasta el momento no hay solución”, comentó Liliana Cháves, secretaria gremial.
La sindicalista detalló que, el viernes 9, fueron a Casa de Gobierno a presentar una carpeta con los estudios realizados y en el que indicaba que había edificios afectados en Tunuyán, Guaymallén, Las Heras, Luján y Capital y que las respuestas que dieron no ofrecían soluciones.
“Nosotros le explicamos a Saieg que una cosa es inhabilitar la mitad de un edificio en una zona que no es sísmica y otra hacerlo en una que sí lo es. La respuesta es que tienen las manos atadas. Primero, porque no tenían el presupuesto aprobado. Ahora no pueden ofrecer soluciones porque no pueden llamar a licitación. Siempre una excusa”, dijo Cháves, quien aseguró que seguirán asistiendo a Gobierno para reclamar por las mejoras edilicias.
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