Insisten con un proyecto de IRSA para hacer un shopping en Caballito
Tras cuatro intentos fallidos, el PRO vuelve a impulsar una ley que lo habilite. Las asociaciones vecinales lo cuestionan porque dicen que el barrio está afectado por la construcción indiscriminada.
El tema se deslizó en el primer encuentro de la comisión de Asesores de la Legislatura porteña: este año el macrismo impulsará por quinta vez la iniciativa que le permitiría a IRSA construir un shopping en Caballito. Además de enfrentarse a la oposición de organizaciones vecinales y de comerciantes, el oficialismo deberá tejer alianzas para lograr los votos que le faltan para asegurar la mayoría en el recinto.
El centro comercial de dos manzanas estaría sobre la avenida Avellaneda, en los terrenos linderos al club Ferrocarril Oeste. Serían unos 70.000 metros cuadrados cubiertos, con una altura de por lo menos 10 pisos, estacionamiento y oficinas. Para hacerlo hay que modificar la zonificación de esas parcelas, que son zona residencial.
El proyecto se empezó a discutir en 2008 y, ante el rechazo generalizado, el macrismo decidió retirarlo. En 2009 llegó al recinto y, una vez más, dieron marcha atrás. Y se retomó en 2011 y a fines de 2013, sin lograr avances.
Desde IRSA le aseguraron a Clarín que ellos no están impulsando el proyecto. Y en los pasillos de la Legislatura apuntan a los acuerdos que se empiezan a plantear, incluso de cara a las próximas elecciones. Es que, sobre tablas, el macrismo cuenta con 28 votos propios y necesita 31 para lograr la mayoría.
Si bien el debate no prosperó en la reunión de asesores y todavía no está en la agenda de los diputados, “sabemos que viene”, coinciden desde la oposición. La pregunta es a quién recurrirá el Pro para lograr los votos. Algunos apuntan a UNEN, otros se preguntan si esta vez el kirchnerismo dará su aval.
“Algunos diputados proponen modificar las contraprestaciones que incluye el proyecto para sumar beneficios para el barrio. Como es una iniciativa privada, la empresa se compromete a construir un Centro de Primera Infancia y a dar prioridad a los que residan en la zona al momento de contratar personal. Pero no se avanzó más que eso”, explicó Karina Spalla (Pro), al frente de la comisión de Planeamiento Urbano.
“El oficialismo vuelve a insistir con un proyecto que va a impactar negativamente en Caballito y que va a afectar directamente la existencia de comercios minoristas en la zona. A IRSA seguramente le conviene, pero nosotros tenemos que tener una mirada que no sea empresarial sino que mire al barrio, el comercio y cuide las fuentes laborales”, sostuvo Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular). Y apuntó: “También habría que plantearse si Buenos Aires puede seguir sumando shoppings o si hay que limitarlos y pensar en otro modelo de comercio”.
En tanto Alejandro Bodart (MST) consideró: “A fin de año tuvieron que retroceder con algunos proyectos que consideraban clave y este es uno de ellos. La oposición no es solamente de vecinos y asociaciones, sino también de entidades como CAME o FECOBA, entre otras. Es una zona que no tiene capacidad para albergar semejante emprendimiento, que consumiría cerca del equivalente a 80 manzanas de luz en una zona que ya está colapsada, ni hablar de las cloacas y el agua corriente”.
Ese es uno de los puntos principales del reclamo que sostienen las agrupaciones vecinales que pelean desde hace años para detener laconstrucción de torres y grandes emprendimientos en el barrio. “El proyecto tiene muchas irregularidades. Nosotros decimos que no es clara la titularidad de las tierras sobre las que se desarrollaría, que no pasó por el consejo consultivo de la Comuna como establece la Ley 1777, y que tampoco se está haciendo el estudio de impacto ambiental pertinente”, argumentó Rodolfo Dillinger, de SOS Caballito.
Otros vecinos consultados por este diario aseguran que se trata de una zona insegura y con muy pocas construcciones, y que le vendría bien sumar movimiento.
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